En el interior de Castellón, rodeada de naranjos, del olor a azahar y de la paz de la brisa mediterránea, yacía abandonada a su suerte una preciosa masía del siglo XVIII, cuando la familia Bordils Urios decidió darle vida y convertirla en uno de los espacios en los que disfrutar de la innovadora gastronomía del chef Miguel Martí: La Masía Les Casotes.
Tras unos años, el equipo determinó que necesitaba una segunda reforma. La zona del porche y la terraza, donde la piedra se mezclaba con el césped, resultaba incómoda para las pisadas de los invitados, y la zona pavimentada era demasiado reducida.
La solución pasó por ampliar los metros de suelo y además cubrirlo con la colección Antal de Inalco. A nivel técnico, el producto haría que los asistentes disfrutasen de la velada sin temor a tropezar o hundir los tacones en la hierba blanda, mientras que a nivel estético, el diseño de Antal, rústico y elegante al mismo tiempo, engamaría perfectamente con el entorno bucólico de La Masía.
El resultado es una terraza mucho más amplia, con más espacio útil tanto para los asistentes como para el servicio, que respeta el encanto histórico de La Masía con todas las ventajas de la tecnología Inalco.
